Errores que comentemos al publicar una propiedad en venta
Junio 24 de 2024Fotografías mediocres.
Una imagen vale más que mil palabras, pero una mala imagen puede costarte miles. Asegúrate de que tus fotos sean de alta calidad, bien iluminadas y muestren la casa desde sus mejores ángulos. Las primeras impresiones importan.
Descripciones Aburridas.
No te limites a enumerar características básicas. Crea una narrativa envolvente que haga que los compradores se imaginen viviendo allí. Detalla lo especial y único de tu propiedad, desde la luz natural hasta el vecindario acogedor.
Poner un precio muy alto a tu propiedad.
Fijar un precio demasiado alto puede ahuyentar a los compradores. Realiza un estudio de mercado y establece un precio competitivo y atractivo.
Estar por encima de los precios de cierre de propiedades similares en tu zona es hacerles un favor a tus competidores.
No acudir a un profesional inmobiliario.
Vender un bien inmueble requiere de cierto conocimiento en temas legales, de mercado entre otros que eviten que el proceso de venta se alargue más de lo necesario. Aunque el propietario se sienta en la capacidad de hacerlo solo, aceptar los servicios de una inmobiliaria será una decisión mucho más acertada
Mostrar el inmueble en mal estado.
Es muy común encontrarse con propiedades que no están listas para recibir a los interesados. Ningún interesado comprará una casa sin visitarla primero y en muchos casos los interesados se desaniman de hacer una oferta al encontrarse con viviendas despintadas, ambientes desordenados, terrenos abandonados.
Ocultar información.
En muchas ocasiones, con el afán desesperado de aumentar el número de llamadas y visitas a una propiedad, se omiten ciertos aspectos desfavorables del inmueble. Se disimula el estado real del bien, se esconden averías no resueltas, se ocultan los gastos de administración o gravámenes pendientes, esto puede llevar al comprador a formarse una idea errónea de la propiedad. El resultado: toda la negociación se desmorona cuando estos detalles salen a la luz.
La honestidad, aunque incómoda, es esencial. Porque un trato basado en verdades a medias no solo es una venta perdida, sino también un golpe a la reputación.